viernes, 6 de abril de 2007

Los psicólogos

Siempre digo un tema de los que estoy escuchando, pero como no estoy escuchando nada en este momento, me pareció oportuno no decir nada.

El motivo por el cuál me siento a escribir hoy, es para hablar de los psicólogos; Esa multitud de personas, desesperadas por conseguir pacientes, y/o tener una historia nueva la cuál escuchar, los cuales, son aceptados y odiados, por una gran mayoría. Diría que está repartido en un 50 y 50%, o un 60 y 40 %, tanto a favor, como en contra. Yo, por suerte, estoy en el grupo de los que están en contra, y en las siguientes líneas, voy a revelar mis pensamientos sobre ellos:

Tengo un montón de ideas, dando vuelta en la cabeza, pero voy a tratar de ordenarlas en tópicos:

Mi primera y última experciencia:

Nosé porqué causa, mi familia vió la necesidad de mandar a su hijo, que tan mentalmente sano estaba, a ese lugar tan peligroso para la mente humana. Lo de peligroso, lo voy a extender más adelante.

La primera vez que asistí a una charla de índole psicológica, fuí llevado por engaño, y lo peor de todo, es que el engaño había sido tan malo, que ni me acuerdo cuál era.
Realmente, ir, era una molestia, tenía que dejar mis actividades de ocio; como jugar al family (que recuerdos), estar en el club jugando a ser un power ranger, con mi ex amigo de la infancia, German "jimmy" Cabrini, o simplemente, divertirme, con la variedad de autitos de juguete que tenía, de los cuales, no tengo la más mínima idea de su actual paradero.

Realmente, no puedo describir mucho el consultorio, pero recuerdo, que era como una casa, poco iluminada, con; paredes, piso y muebles combinando distintos tonos de marrón; lo que le daba una mezcla entre tenebrosidad, y elegancia a la vez. También, había una planta en cada esquina libre, la cuál estaba perfectamente mantenida, por nose quién. Al lado del consultorio, un banco demasíado cercano a la puerta para mi gusto, hacía parecer, que quién ahí se sentara, sabría más de tu vida, que vos mismo. Finalmente, una también en combinación puerta de madera corrediza, separaban el pequeño cuarto de consulta, de el resto de la casa.

Las "Consultas":

La verdad, que luego de ir durante 4 meses, me quedó poco claro, porqué se denominan así las sesiones, ya que la única que consultaba era ella, porque yo, no tenía ningun problema que comentar, o algo por lo que consultar (aunque ahora que lo pienso, tendría que haberle preguntado, como hacer más de 2 jueguitos seguidos con la pelota). La primer "Consulta", se basó en un mundo de preguntas sin fin, a mi por entonces tímido y callado ser, las cuales, respondía de una manera correcta, sabía, y cordial. Creo que demasíado para mi edad.
Poco, y nada queda en mi mente, sobre tales preguntas, pero lo que sí recuerdo, es lo que me pidió. Me dijo que tenía que llevarle todos los días un bon-o-bon, o 4 piedritas. Por suerte para mi, y por desgracía para el apetito de la licenciada, elegí las piedritas.

De las pocas sesiones que tuve, solo me acordé de llevar las piedritas, las primeras 3 de 10 que creo que fueron. Por lo que supongo que la licenciada, tuvo que comprar las suyas propias, para poner en su por entonces vacía, pecera. Realmente me sentía usado.

El segundo contenído de las sesiones, se basaba en jugar a algo. Generalmente, jugabamos con las autitos, pero como todos sabemos, las mujeres no saben jugar a eso, por lo que realmente, me costaba actuar que me estaba divirtiendo. Yo recorría el largo, y ancho de la mesa, con trayectorías coherentes, mientras la licenciada, los movía de costado, o ponía su auto a la par del mio, para hacer una charla entre conductores, a la cuál yo siempre respondia "los autitos no hablan", cosa que la hizo sentír realmente torpe, y dejó de hacer, después de la 2da vez que se lo dije.


La Mentira:

Mi idea de que los psicólogos miente, no es un simple pensamiento sacado de una película, de un manual de autoayuda, de las instrucciones del celular, o del mismísimo aire que nos rodea.
La 2da o 3er cosa, que nombró la licenciada, era que lo que allí charlemos, no se lo iba a contar absolutamente a nadie, ni siquiera a mi mamá. Todas mis ilusiones de privacidad, se vieron MUY afectadas, cuando al terminar la sesión, la subestimadora psicóloga se encerró en el cuarto de consulta con mi mamá, seguramente a decirle la mayoría de las cosas que yo le había contado, y además, para comentarle sobre el según ella estado de su hijo. Seguramente el diagnóstico fué algo así:
"Su hijo es muy inteligente, pero no me deja hablar cuando juego a los autitos, así que hay que tratarlo para que aprenda a jugar"
o
"Su hijo es muy intelgente, pero hay un problema de boludez, que puede empeorar con el tiempo"

También sospeché de:
"Su hijo es muy bueno, y muy inteligente, pero yo quería mis bon-o-bones, así que hay que solucionar el pequeño problema de bolsillos de cocodirlo que lo aqueja"

Ahora, hablando en serio, estoy seguro que dijo algo como esto:

"Su hijo es muy inteligente, y no tiene muchos problemas, pero con un tratamiento de una consulta por semana, va a estar bien"

Lo que yo puedo traducir en "Su hijo es muy inteligente, y no tiene muchos problemas (halago al maldito pendejo, así te caigo bien), pero con un tratamiento, de una consulta por semana va a estar bien (realmente no está loco, pero de algo tengo que vivir, así que traelo, así, lo trato de por vida).


Realmente, no fueron buenas épocas, pero si alguien destruyo por completo mi confianza en los demás, ese alguien, fue la fucking licenciada.
Después de eso, a los 7 años, y después de 10 sesiones, la licenciada me dijo: "cuando vos creas que no necesitas venir más, no vengas más". Yo eso lo tomé como un "quiero hacerte culpable de que no vengas más, así que seguro seguís viniendo".
Bueno, el plan no le funcionó del todo bien, así que sin despedirme, esa fué mi última sesión.
Interactuar con psicólogos:
Realmente, nosé si soy el único que ve esto muy difícil, pero supongo que les va abrir la mente.
Psicólogos hay en todos lados, así que en algún momento de sus vidas, me imagino que habrán hablado con uno, aunque sea, para preguntarle una calle al estar perdidos.
Esta es una tarea que se dificulta, ya que como ellos, prejuzgan, y conocen los significados de muchas cosas, tenés que ser cuidadoso con algunas cosas de las que decís, o hacés. Esto realmente, hace que te vuelvas muy paranóico, ya que a veces pensás "eso que dije me hizo quedar como un loco", o, "no debería haberle contado lo que soñé". Además, puedo destacar el "ese chiste que hice, lo va a tomar como real, ya que Freud, toma el chiste como una verdad, pero dicha de una forma fácil de contar".

Si, el saber de psicología es otro problema, ya que hace que seas consciente de tus actos, y que cometas otros que nunca habías cometido, lo que hace que el diagnóstico que tienen en la cabeza, cambie todo el tiempo, y terminen enloqueciendo ellos/as, pensando que nos on buenos/as profesionales.
Además, es complicado discutir con los licenciados, porque te repreguntan lo que decís, hasta que te quedes sin respuesta. Ejemplo:

-"los que se peinan las cejas son todos putos"
- ¿A que le llamas puto?
- Puto boluda
- ¿Cuál es tu definición de boluda?
- Eso no te importa
- No, pero a vos debería de importarte

(charla inventada en el momento. Realmente todo bien con los que se peinan las cejas, porque yo también lo hago y no soy puto, obviamente)
-¿Porqué dijiste obviamente?
- Shhh, dejame terminar de escribir!

Bueno, en conclusión, no creo en la psicología, ya que el punto de la psicología no es ordenar la vida del paciente, sino que, según mi punto de vista, a todos nos hace bien contar nuestros problemas, ya sea, a nuestros amigos, al mismo psicólogo, a "Dios", o al cura/pastor de turno, y eso produce un sentimiento de bienestar muy grande, y es una buena manera de saber donde se está parado. La única diferencia, es que los psicólogos saben más sobre el ser humano.
-¿Donde estás parado ahora?
- ¡ay, no! ¡¿no paras de preguntar nunca vos?!, dejame seguir, que ya termino.

Bueno, nada más por hoy, son las 7 y 13 am, nosé que hago despierto a esta hora.
- ¿Qué es lo que no te deja dormir?
- BASTA!, me voy!

(Aclaración: no tengo nada en contra de los psicólogos. Este texto, está hecho con humor, y está basado en un solo caso.)