lunes, 7 de mayo de 2007
HOY ME LEVANTÈ TEMPRANO, Y ME SENTÈ A ESCRIBIR, ESPERO QUE LES GUSTE:
He escrito muchos temas
he olvidado casì todos
nunca han llegado a mucho
no lleguè a terminarlos
las letras son mi fuerte
he escrito sobre todo
pero la mùsica no sale
esta se và por los codos
una idea rara hoy cruzò mi cabeza
voy a escribir una canciòn
en memoria a todas esas
Tantas canciones olvidadas en el tiempo
nunca mâs van a volver;
ya no son ni un recuerdo.
ni un recuerdo solo son
he olvidado casì todas
he grabado casì una
las melodìas, las letras
fueron todas a la luna
una idea rara hoy cruzò mi cabeza
voy a escribir una canciòn
en memoria a todas esas
Tantas canciones olvidadas en el tiempo
nunca mâs van a volver;
ya no son ni un recuerdo.
ni un recuerdo solo son
Mauro Iglesias - Canciones Olvidadas 05-07-2007 9:58 HS.
Saludos,
Mauro
domingo, 6 de mayo de 2007
Cuento reflexìvo
SÉ COMO UN MUERTO
Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística. El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:
--Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.
El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.
--¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro.
--Nada dijeron.
--En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.
El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante:
--¿Qué te han respondido los muertos?
--De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo.
Y el maestro concluyó:
--Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.
*El Maestro dice: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.
Excelente.
Resumiendo un poco, y haciendolo entendible para el pueblo, dice que, no le des bola a lo que los demàs digan; ya sea halago o insulto, solo siguè lo que dicten tus pensamientos, tus ideas, tu corazòn.
Hoy no los hice reìr, hay dìas que voy a poner cosas como estas, porquè no se puede estar todo el dìa rièndose.
Saludos,
Maurodiado